.dropcap { color: #838078; float: left; font-size: 82px; line-height: 60px; padding: 5px 8px 0 0; } Cuando uno comprende la totalidad de las implicancias del cambio climático, aparece una medida de dolor. Reconocí esto por primera vez en mayo de 2014, cuando los científicos que estudiaban el amplio glaciar Thwaites en la Antártida informaron que había comenzado un proceso de colapso “imposible de detener”. Algo colapsó en mí también. Al recordarlo, puedo ver que fue la pérdida de la idea de que nuestros errores medioambientales podrían deshacerse antes de que fuera demasiado tarde. Y con ello, el objetivo real de la sociedad se volvió más claro: hacer todo lo que podamos para evitar los resultados más perjudiciales. ¿Cuánto podemos hacer? Estoy convencido de que la respuesta es “mucho”. Y conozco mucha gente que avala esta convicción. Simplemente pregúntele a cualquier climatólogo y es probable que reciba una respuesta directa:...